ANALIS-DIS: THE SABOTEUR (TEBEAZO VERSION GRATIS PARA LOS 84.600 PRIMEROS LECTORES)
Estamos en el año 40 y tantos después de 1900. Toda la Galia está ocupada por Nazis… ¿Toda? ¡No! Unos camerinos poblados por cabareteras y un irlandés resiste ahora y siempre al invasor.
Ese irlandes es Sean Devlin un ser polifacético cual hombre del renacimiento. Lo mismo pilota bólidos que escala edificios, que se disfraza de nazi en segundos, que pone bombas en monumentos emblemáticos. Y a pesar de todo ello consigue pasar desapercibido, por muchas veces que un soldado le haya pillado con el cartucho de dinamita en una mano, el zippo en la otra y los pantalones del uniforme por los tobillos. Si logra zafarse de él a los dos minutos ese mismo soldado no le reconocerá aunque se pasee de civil a dos centímetros de su cara.
No, la fama nunca ha acompañado a Sean Devlin, y el precio que tuvo que pagar Pandemic Studios por revelar su hasta ahora ignorada pero decisiva intervención en la liberación Parisina fue la quiebra. Algo incomprensible pues ¿Que puede salir mal en un juego que resulta ser el hijo bastardo del GTA y el Assasin’s Creed? ¿Será que los Nazis han perdido su atractivo en favor de los templarios de Dan Brown?
Pero no adelantemos acontecimientos. Esta historia comienza con Sean perdiendo una carrera de bólidos por no leerse el reglamento de la FIA de la época, en el que se permitía el uso de armas de fuego durante la competición. Puerilmente enfadado anima a su amigo del alma a colarse en una instalación Nazi a robar el coche del vencedor. Cuando ello resulta en la muerte de dicho amigo Sean decide ahogar sus penas en alcohol en un cabaret parisino ahora frecuentado por esos mismos nazis que mataron a su colega. Afortunadamente un miembro de la resistencia francesa le rescata de esa lenta autodestrucción para animarle una mucho más rápida y eficaz: Liberar Paris y sus alrededores a base de realizar misiones cual recadero y poner bombas en cada rincón ocupado de la ciudad: Torre de vigilancia Nazi: bomba, Puesto de control Nazi: bomba, Radar Nazi: bomba, Antiaéreo Nazi: bomba, Pintada Nazi: bomba.
Y es que París ya no es París, Es para los Nazis como la Marina d’Or ciudad de vacaciones de la pre-crisis para los alemanes. Calles, fachadas y azoteas están repletas de elementos Nazis que dificultan tu misión casi tanto como la regulera escalada de Sean, y por ello resulta mas que conveniente una limpieza previa de la zona antes de comenzar cualquier misión principal o secundaria.
El primer paso a la hora de emprender una tarea es desplazarse hasta el comienzo de la misma. Lo cual podemos hacer a pie, en coche de época escuchando una estupenda aunque algo escasa banda sonora, o por las azoteas. Siendo ésta siempre nuestra última opción ya que son un laberíntico infierno incluso para las notables aunque algo ortopédicas habilidades escalatorias de Sean, por mucho que cada uno de sus saltos de para récord olímpico o resista caídas que matarían a Spiderman.
Feeling Good de Nina Simone. Se puede escuchar mientras paseamos en coche por la Paris ocupada y suena jodidamente épico.
Una vez en posición lo siguiente es agenciarse un uniforme alemán que no esté manchado con la sangre de su anterior dueño, y a partir de ahí procederemos a entrar en acción intentando no llamar la atención moviéndonos con paso lento y firme a la vez que ponemos nuestros artefactos procurando que nadie nos vea y alejándonos de la zona, no solo por lo de la onda expansiva, sino porque dentro de poco se convertirá en un foco de atención en el que por fin los soldados alemanes caerán en la cuenta que somos el único soldado del lugar que rehusa llevar la esvástica en el brazo izquierdo. Por tanto lo mejor es escoger otro objetivo un poco mas alejado y continuar con nuestra orgía de destrucción, y así hasta que las suspicacias que provocó nuestro primer artefacto terminen y podamos volver a terminar el trabajo. Hay algo terriblemente satisfactorio en este juego del gato y el ratón que te impulsa a querer limpiar toda la zona de elementos Nazis,a pesar de que estos se cuentan por cientos, tal vez miles. Afortunadamente se nos marcan en un mapa si compramos dicha mejora a nuestro traficante de armas habitual con el dinero que cada objetivo nazi destruido u alijo de la resistencia recuperado nos proporciona.
Nuestro héroe no vestirá la esvástica ni aunque le vaya la vida en ello
Mapa que por cierto es sin duda el mapa peor implementado de la historia de los videojuegos. Para acceder a él, y lo haremos frecuentemente, se necesitan 3 pulsaciones en lugar de asignarle una tecla rápida como hubiera sido lo lógico. Se nos muestra como si fuera una vista aérea con una filmina superpuesta en la que estuviera pintado nuestro itinerario y objetivos. El problema es que dicha filmina está desplazada con respecto al plano inferior según el zoom y nuestro punto de vista, resultando complicadísimo determinar la posición exacta de nuestro objetivo o colocar eficazmente el marcador que nos permite mostrar el itinerario mas corto a nuestro objetivo mientras conducimos.
[Posdata post-analisis: me comentan por twitter que lo del desplazamiento monguer del mapa ocurre solo en las tarjetas ATI como resulta ser la mía]
Imagen que muestra el mapa con el mínimo de zoom. Como se ve o todos los marcadores están desplazados, o todos nuestros objetivos caen por la zona de Dijon. Se puede apreciar que no todo el juego se desarrolla en entorno urbano.
Mientras llevamos a cabo nuestra destructora labor, bien por nuestra cuenta, bien por encargo de algún personaje principal o secundario deberemos procurar realizar otras hazañas, divididas en diferentes categorías que de ser conseguidas aumentarán las habilidades de nuestro protagonista. Logrando cosas como atropellar a 20 Nazis, matar sigilosamente a 5 generales, destruir 5 vehículos Nazis en menos de 60 segundos, matar a 20 soldados con bombas en menos de 5 segundos, matar a 5 parejas de nazis con una única bala de francotirador… obtendremos mejoras tan importantes como poder matar sigilosamente de frente a un enemigo, matar instantáneamente desde atrás, mejores vehículos de huida, que nos tiemble menos el pulso con el rifle de francotirador o incluso ser capaces de poner bombas sin llamar la atención…
Para realizar esta misión más nos vale llevar el sigilo a tope.
Además de toda la destrucción que podamos realizar por nuestra cuenta y riesgo, los encargos que nos harán serán de lo mas variados, desde el sabotaje de plantas químicas, al asesinato de ex-mujeres, impedir una boda, rescate de científicos simulando su muerte en un accidente ferroviario, incursiones en el cuartel de la gestapo, colocación de micros etc… y aunque estas misiones podamos hacerlas por las bravas a pecho palomo, lo mejor y mas satisfactorio es realizarlas en modo sigiloso cuando sea posible, lo cual incluirá la colocación de bombas señuelo para distraer a los guardias, disparos con silenciador y mucho trepar a todos los monumentos parisinos. Cuando logremos nuestro objetivos no solo liberaremos esa zona de París, sino los conos de los ojos de nuestros conciudadanos que dejaran de verlo todo en Blanco y Negro, Blanco y Negro para la oveja nazi, a verlo todo en tecnicolor.
Una vez liberada una zona se hace mucho mas amigable a la hora de permitirnos segun que locuras.
Mención aparte merecen esas escaladas a los monumentos, pues son un puzzle en si mismas y tendremos que devanarnos los sesos si queremos llegar a lo mas alto donde nos espera un ¿sextante? Otro coleccionable más cuya consecución obsesionará a nuestro afán completista. Y es que a pesar de conocer Paris solo por fotos me parece que sus edificios mas emblemáticos están perfectamente recreados en forma y sobre todo en escala. La catedral de Notre Dame, El Louvre, Saint Chapelle, Versalles… y sobre todo la Torre Eiffel. Visible casi desde cualquier punto de París y sus afueras, preside casi todo el juego. Desde el momento que la ves sabes que va a tener su momento de gloria en el juego, como efectivamente sucede. Escalarla es todo un placer y aseguro que ningún otro juego, ni siquiera el Assasin’s Creed me ha producido la sensación de vértigo que se siente desde su cima. Lastima que Sean Devlin se perdiera las clases en la escuela de asesinos cuando explicaron lo del salto de águila, como es casi obligatorio probar con desastrosas consecuencias.
No es la torre Eiffel pero muestra lo poco respetuosos que son los Nazis con los monumentos y lo alto que pueden llegar a subir dos pedazo de cañones.
The Saboteur mezcla sabiamente acción con sigilo, conducción con escalada, misiones principales que por una vez se hacen hasta escasas, con optativas y libres, y todo ello con una estética sorprendente capaz de producir imágenes como las de los screenshots de este análisis. Quizás porque podría haber triunfado duelen mas sus defectos, una mecánica de sigilo algo simple y sencilla en exceso con los perks adecuados, que se podía haber mejorado si hubiera diferencia entre los muchos uniformes que podemos vestir, si la escalada hubiese sido mejor implementada, si navegar entre las azoteas de los edificios no resultara ser un auténtico infierno, o si huir en un vehiculo que no sea un coche de carreras no fuera imposible gracias a los sidecars que se teleportan en tu camino. ¿Son estos fallos lo suficientemente graves como para arrojar este título al enoooorme cajón de los juegos que pasan por el universo lúdico sin pena ni gloria? Yo opino que no, pero para gustos los colores, así que Mr Giallo opina y se expresa de manera diferente… con este TEBEAZO:
[Posdata post-analisis 2: me dicen por twitter que las tetas en consola… ¡Son un DLC aparte! En PC vienen de serie y asumí que sería así en todas las versiones. No se que pensar de ello, no se si es por avaricia o por obtener una calificación por edades mas ajustada. Pero en cualquier caso las tetas deberian ser gratis y libres para todos, que manera mas rastrera de mutilar un juego, mutilemos pues su nota]
Nota: 8 ajares ( 7 sin tetas)
Te gustará si:
– Si te gustan los SandBox seriotes.
– Si quieres adelantarte al Assasins Creed 23.
– Si quieres conocer París pero no tienes perras.
– Eres daltónico
No te gustará si:
– Lo primero que piensas al coger un nuevo GTA es hacer el cabrá para divertirte en una loca persecución con la policía.
– Tienes afán completista y poco tiempo.
– Eres un Nazi, o Mr Giallo, pero por favor no los confundan por más que a ambos les guste jugar al Metal Gear Solid 3 en aleman en la intimidad.