¿CÓMO NOS LA MEDIMOS HOY?
Ayer estuve buscando información sobre un juego que tengo intención de comprar, mas como distracción que para reafirmar la decisión que ya estaba casi tomada, y entre las preguntas que los foreros de la página oficial hacían a su creador estaba LA PREGUNTA ¿Cuantas horas dura tu juego?
De todas las métricas que hemos usado para valorar los juegos esta es sin duda la más subjetiva y estúpida de todas, y sin embargo es la que está de moda. Ya no es que no haya análisis profesional que no incluya la mágica cifra, es que hasta las propias distribuidoras te informan de ella en sus notas de prensa. Aunque de esto hablo solo por lo que intuyo, pues afortunadamente Mr Pink solo nos filtra los datos interesantes, pero recuerdo que Mr Iridiscente nos informó en un podcast de la duración del Halo ODST gracias a un panfleto que le habían dado.
Es curioso como han ido evolucionando las métricas de los juegos, cuando llegué a este mundillo se medían por colores, lo normal eran los 16 de los gráficos EGA, y cuando salía alguno con los 256 de las VGA no dudaban de anunciarlo con un cartel bien gordo en la portada. Los ojos nos hacían chiribitas ante tal despliegue cromático, más o menos parecido al número de redactores que acabará teniendo Games Ajare.
Portada en la que se alude a la cantidad de colores del juego. Al googlearla he encontrado que esto solo sucedía en la versión española. ¿A que se deberá?
Mientras tanto y hasta no hace mucho las consolas se la medían según el nº de bits de su “palabra” de su procesador, que si 8, 16, 32 o 64 bits. Hasta que no llegué a la universidad no comprendí a que cojones se referían con esa cifra, aunque de pequeños todos lo teníamos muy claro: más es mejor, la mentalidad capitalista ya estaba grabada a fuego en nuestras jóvenes mentes.
Los PC siguieron yendo a bola y del nº de colores pasaron a presumir de cantidad de diskettes incluidos lo que hacía que algunas de esas maravillosas cajas sonaran como las maracas de Machín, esa moda permaneció incluso con los Cds y no era rara la pegatina que anunciara su número como en la de Gabriel Knigth 2 (seis Cds, pero seguro que los Tex Murphy tenían más ¿Eh Mr Pink?)
Con las 3D empezamos a olvidarnos de esas tonterías y pasamos a las cosas serias: cantidad de polígonos. Aun recuerdo los anuncios de la primera Playstation en la que mencionaban los cientos de miles de polígonos que podía mover por segundo, o los millones en caso de su sucesora. Lo que no te decían es que esas mediciones eran con polígonos sin texturizar, sin efectos de luces, sin decirte a cuantos FPS y en definitiva sin nada que pudiera joder la métrica. Esto servía principalmente para comparar sistemas, pero también juegos y sobre todo secuelas, como cuando te decían que sólo el protagonista tenía más triangulitos que todo un escenario de la entrega anterior.
No era extraño encontrar este tipo de montajes en la micromanía, por cierto: a la izquierda Tom Raider 1, 440 polígonos. A la derecha Tomb Raider 3, 560. Ande va a parar. Sacado de Foro Tomb Raider
Todas estas comparativas tenían algo en común: no servían absolutamente para nada de lo que interesaba: saber si un juego es bueno o es malo, pero al menos eran totalmente objetivas, aunque algunas fueran manipuladas según interesase. Algo que no se puede decir de esta última moda de indicar la duración de un juego, porque ¿Como se puede medir la duración de algo en el que el principal factor es algo tan heterogéneo como es el jugador?
Supongo que las distribuidoras se apoyaran en las mediciones que hagan durante los testeos (es acojonante la cantidad de gente que sale en este apartado en los créditos cuando te pasas un juego ¿Y todos esos no han tenido los bugs que te han sucedido a ti?) pero la estadística es esa ciencia que dice que en el Vaticano hay dos Papas por kilometro cuadrado (por cierto, otra de las medidas de extensión de un videojuego)
Y no es solo que cada persona sea mas o menos hábil, es que cada uno tiene una forma de jugar, desde el que va a saco a pasarse el juego para postearlo en un foro y presumir de Gamertag, hasta el completista que hasta que no tiene todos los logros no se siente realizado, aunque para reflejar esto cada vez más se nos informa de la duración de estos dos estilos de juego. Pero incluso así hay excepciones, por ejemplo yo cuando me encuentro ante algún juego extraordinario me encanta alargar su experiencia jugándolo poco a poco y recreándome en los detalles. Mas de un mes me llevó completar por primera vez Metal Gear Solid, pero porque me auto limitaba mi tiempo de juego diario y en cada nueva pantalla llamaba a todos los codecs asombrándome de la cantidad de información y mimo metido en esos dos Cds.
No entiendo a esa gente que espera durante años la salida de su juego favorito y luego se da un atracón de él el fin de semana. Sin disfrutarlo, en una suerte de contrarreloj auto impuesta. Lo entendería en los redactores de las webs profesionales que tienen que publicar el análisis sí o si, y doy gracias por no contarme entre ellos y que Games Ajare siempre haya respetado el ritmo de cada uno.
Pero mi principal queja contra la medición de horas de la duración de los juegos, algo legítimo aunque creo que bastaría con que el análisis dijera si cree que el juego es demasiado corto para el precio pagado o que se han quedado de ganas de más, es que es tan fácilmente manipulable que en realidad no significa nada. Es tan sencillo alargar los juegos mediante copy-pastes como la famosa biblioteca del Halo (¿Estará en su remake?), backtracks como el que tiene mi amado Metal Gear Solid, misiones genéricas repetitivas, viajes a paso de burra… y todos esos métodos tienen el dudoso honor de reducir la calidad final del producto.
Este ranking se encuentra en un lugar privilegiado del foro de juegos de Playstation 3 de EOL. Lo cual indica que a la gente realmente le interesa este tema, y que probablemente yo esté equivocado. Eso me pasa por buscar información después de escribir el artículo.
Entiendo que a todos nos guste recibir más por nuestro dinero, pero dada la oferta cada vez mayor de videojuegos interesantes a precio de risa empiezo a valorar más la calidad que la cantidad. No quiero juegos largos ni cortos, quiero juegos buenos, que me hagan disfrutar del tiempo que paso con ellos. Pero parece que la tendencia es a invertir esta relación: a mayor duración mejor juego, y no es así. Por eso hay que tener cuidado al plantear métricas, como me enseñaron en una asignatura de recursos humanos: hecha la métrica hecha la trampa.